Novela inconclusa de 82 páginas

Edita la UV obra póstuma de Sergio Galindo

*Las esquinas oscuras nos permita ser coautores: Gonzalo Celorio
*Confirma esta publicación los temas recurrentes en la escritura galindeana: la soledad, la tristeza y el rencor

David Sandoval

Teniendo como sede la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU), el escritor Gonzalo Celorio y la académica de la Universidad Veracruzana (UV) Marcela Palma hablaron de Las esquinas oscuras, obra póstuma del autor veracruzano Sergio Galindo editada por la UV y que se publica como novela inconclusa.

Las esquinas oscuras, es una obra que nos involucra en la densidad neblinosa; al no ser una novela terminada, nos da la oportunidad de concluir, de virtualmente ser –además de lectores– coautores, afirmó Gonzalo Celorio.

Ante la pregunta sobre ¿qué caso tiene publicar una novela inconclusa?, Celorio evidenció la importancia de las obras de Kafka o la metafísica de Aristóteles y comentó que una vez tomada la difícil decisión de publicar un texto póstumo e inconcluso se despliega un círculo de posibilidades para el estudio de la literatura.

“Qué mejor que sea un sello universitario como la UV; un texto importante para el estudio de la obra de Sergio Galindo”, destacó, donde aborda sus temas recurrentes dentro del escenario familiar de la vida doméstica y “podemos confirmar el inventario temático y, lo más importante, el proceso genético de la novela”.

Sergio Galindo “nunca fue un funcionario que escribe sino un escritor que funciona” y al estar dirigiendo la producción editorial de la UV impulsó la obra de otros autores más que la propia, al publicar los primeros textos de Jaime Sabines, Vicente Leñero, Álvaro Mutis y Gabriel García Márquez, comentó el presentador.

Marcela Palma habló acerca de los elementos que componen Las esquinas oscuras, refiriéndose al texto que sirve de presentación a la obra: “Veinte años después de la espera inclemente y salobre de Otilia Rauda descubrimos los primeros capítulos de Las esquinas oscuras donde delinea en sólo 82 páginas todo el mundo abigarrado, hostil, rijoso y a veces también risueño”.

Se refirió a los personajes en la obra de Galindo como imborrables, que una vez conocidos se imantan al terreno literario de nuestro interior, “se evocan y son parte imprescindible de nuestro universo literario”, apareciendo en esta novela inconclusa las metáforas que se hallan en toda la obra galindeana: la soledad, la tristeza y el rencor.

En las únicas páginas existentes de esta novela se presenta al personaje principal y luego se retrocede a su infancia, luego se refiere el presente, lo que la académica calificó como “un juego mágico donde presente, pasado, recuerdo y futuro, donde cada situación tiene el sitio preciso que parece estarlo aguardando”.