
No se ha consolidado la federalización
educativa, afirman expertos
*La federalización consiste en una redistribución de la responsabilidad entre los estados y el gobierno federal: Alberto Arnaut Salgado, miembro del Colmex
*El proceso carece de una confluencia entre las políticas federales y estatales, apuntó Olac Fuentes Molinar, ex funcionario de la SEP
David Sandoval
El proceso de federalización de la educación, que inició en 1992, ha planteado nuevos retos al Sistema Educativo Nacional (SEN), en el que la participación activa de los estados y la administración de los recursos son temas cruciales, coincidieron en afirmar Alberto Arnaut Salgado, investigador del Colegio de México (Colmex) y Olac Fuentes Molinar, consultor independiente que fungió como subsecretario de Educación Básica y Normal de la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Ambos investigadores fueron invitados por el Instituto de Investigaciones en Educación (IIE) de la Universidad Veracruzana (UV) para abordar el tema del federalismo en la educación pública dentro de la mesa redonda Vigencia del federalismo educativo, donde ambos ofrecieron argumentos en los temas señalados.
A partir de la federalización del SEN fueron los estados quienes debieron gestionar cómo se administraban las escuelas: “Consistió básicamente en una redistribución de la responsabilidad en la gestión del sistema, entre el gobierno federal y los estados”, precisó Alberto Arnaut.
Posteriormente nació una nueva relación entre la administración federal con la estatal, mucho más copartícipes y con otro tipo de necesidades como el financiamiento. “Encontramos estados que prácticamente no contribuyen con nada y estados que contribuyen con 20, 30 y hasta 40 por ciento del financiamiento de sus respectivos sistemas educativos”.
Veracruz siempre ha estado presente en la tradición pedagógica del país, algunos de los grandes pedagogos –desde antes de la Revolución– han sido veracruzanos y el peso específico que tiene el subsistema educativo de la entidad es grande, aunado a la tradición federalista de Veracruz, opinó el académico del Colmex.
Hace falta una reforma mucho más radical en la gestión, más cercana de la escuela para garantizar el acompañamiento, la conducción y la normalidad mínima en el funcionamiento de las escuelas, sobre todo en las zonas más rezagadas donde está la población indígena, más pobre y marginada de cada una de las entidades.
Uno de los grandes retos es lograr una descentralización más radical del sistema que atienda mejor las capacidades de los estados y las diferencias regionales, además de un mayor margen de participación en la elaboración de los contenidos educativos por parte de los estados.
Descentralización incompleta de la educaciónCon la descentralización del sistema educativo realizado en 1992 inicia lo que se denomina el federalismo educativo, que permite a los estados conferir otro tipo de responsabilidades; no obstante, los problemas fundamentales se relacionan con la confluencia en la política educativa federal y estatal, detalló Olac Fuentes Molinar.
Desde que inició la descentralización hasta la fecha se ha logrado un incremento de un punto porcentual; sin embargo, no es posible observar el impacto pues gran parte de este recurso es para pagar una nómina de docentes cada vez más amplia.
La política de Estado tiene que ser más cuidadosa con sus prioridades, entre las cuales debe tenerse presente a la educación, buscando formas para generar recursos orientados a este sector y, principalmente, administrarla con criterios más exigentes.
Fuentes Molinar señaló que un punto poco atendido involucra los recursos destinados a la educación: “Es posible que nos estemos acercando a un punto en que no se podrá avanzar en el gasto público destinado a la educación; 5.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) se destina a la educación, se agrega el gasto de las escuelas particulares y se alcanza el 6.5 por ciento del PIB”.
”El gasto por persona en educación encuadra un problema: ¿de dónde y cómo puede un país obtener más dinero para educación? Otro problema que complica la situación es la concentración de recursos, hay una porción importante de la población a la cual no se le pueden extraer recursos fiscales como tampoco de los grandes grupos empresariales”, subrayó el investigador.
Fuentes Molinar apuntó también que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) no ha recomendado una inversión de ocho por ciento en educación, ya que este porcentaje es una cifra relativa a una economía nacional específica y no un estándar para la inversión; dicha cifra compite con el aporte a los sistemas de salud, de pensiones y vivienda.
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