martes, 27 de noviembre de 2007





Rumbo a Bali, el gobierno mexicano debe impulsar acuerdos contra el cambio climático

México, D.F.- Dadas las condiciones de México (altamente vulnerable, eminentemente petrolero y con uno de los mayores índices de biodiversidad), es necesario que la delegación mexicana que asistirá a las cumbres sobre cambio climático a realizarse en Bali, Indonesia, tenga como mandato el acordar una agenda mínima de negociación para darle continuidad a lo logrado con el Protocolo de Kyoto, señalaron las organizaciones Teyeliz, Defenders of Wildlife, Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), Unión de Grupos Ambientalistas, Presencia Ciudadana Mexicana, Sobrevivencia y Greenpeace.

En Bali, del 3 al 14 de diciembre se realizarán dos reuniones importantes: la 13ra Conferencia de las partes del Convenio Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático y la 3ra reunión de los países miembros del Protocolo de Kyoto, para discutir la viabilidad de una segunda fase (Post Kyoto o Kyoto plus) de ese convenio. Ambas son esenciales para decidir y asumir acciones futuras y compromisos vinculantes que los gobiernos de todo el mundo deberán llevar a cabo para evitar que los peores impactos del cambio climático se hagan realidad. Este acuerdo es fundamental para México, dada su vulnerabilidad.
Las recientes lluvias extremas en Tabasco y Chiapas han puesto en evidencia, una vez más, el grado de vulnerabilidad que sufre México frente a los fenómenos meteorológicos, que se hacen más frecuentes e intensos por efecto del cambio climático, dejando crecientes pérdidas humanas y económicas. Hay que recordar que las cuencas de los ríos Bravo y Papaloapan, la franja costera Cancún-Chetumal y los deltas de los ríos Usumacinta y Grijalva fueron identificados por el Instituto Nacional de Ecología como zonas de gran vulnerabilidad a inundaciones y crecimiento del nivel del mar, en la Primera Comunicación Nacional de México al Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (PICC) en 1997, y que tenemos a más de 20 millones de personas viviendo en condiciones de vulnerabilidad ante fenómenos climáticos.

“Los efectos del cambio climático pronosticados para México son preocupantes, se ha pronosticado que habrá un incremento en el nivel del mar, que afectará a ecosistemas costeros tan importantes como el manglar. A su vez, la posible pérdida de este ecosistema desencadenaría una serie de consecuencias negativas para millones de mexicanos que dependen directa o indirectamente del mismo. Por lo tanto, México no puede ser un espectador inactivo en la próxima reunión de Bali, tiene que ser un actor muy participativo que demande compromisos y acciones concretas de todos los países industrializados para disminuir los gases de efecto invernadero”, dijo Juan Carlos Cantú, director de programas de Defenders of Wildlife de México.

“El cambio climático se presenta como la amenaza más clara para la sociedad. En México es imprescindible que se apliquen medidas específicas de tecnologías más limpias como la producción de combustibles con bajo contenido de azufre”, comentó Ana Romero, directora del área de cambio climático de Presencia Ciudadana.

“Es urgente la electrificación del sistema de transporte colectivo de superficie en nuestro país, especialmente en las zonas de tráfico conflictivo como la Metropolitana de la Ciudad de México”, explicó Roger Magar, presidente de Sobrevivencia. En el mismo sentido se expresó Luis Bustamante, presidente de la Unión de Grupos Ambientalistas: “Tal como se está haciendo en Europa y Estados Unidos, es necesario instalar líneas de tranvías, ya que dicho sistema de transporte emplea menos de tres veces la energía utilizada por los autobuses o metrobús”.

Bali: la última oportunidad

Las reuniones que se llevarán a cabo en Bali son esenciales para que los compromisos de los países con la reducción de emisiones no se acaben sino que se incrementen.

“Si esta reunión falla por no llegar a acuerdos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera, difícilmente va a existir algún compromiso antes de 2012 (cuando se cumple el Protocolo de Kyoto). Si la reunión de Bali prospera, habrá una agenda para futuras negociaciones que deben incluir metas ambiciosas, un mecanismo para proteger las selvas y bosques dentro de ese marco de compromisos y una fecha final para concluir las negociaciones que no exceda el 2009, como plazo máximo”, Gustavo Ampugnani, Director de campañas de Greenpeace México.

Los países miembros de la Convención Marco y signatarios del Protocolo de Kyoto deben acordar una segunda ronda de negociaciones que establezca un segundo protocolo sobre el clima global para que entre en vigor hacia 2013. Esto implica que los gobiernos establezcan acuerdos vinculantes y obligatorios para fines de 2009.

Esa agenda mínima debe contemplar, entre otros elementos, lo siguiente:


*reducción drástica de emisiones de gases de efecto invernadero a partir de 2015;
*considerar las emisiones procedentes de la deforestación en los inventarios de emisión;
*crear un mecanismo que apunte a acabar con la deforestación;
*crear un mecanismo que ayude a desplegar la adopción de tecnologías limpias y renovables para generar energía y reducir el uso de combustibles fósiles (contaminantes, escasos y caros).

“Como organizaciones de la sociedad civil daremos seguimiento a la actuación de la delegación mexicana en Bali y reportando al resto de la sociedad la actuación de la misma, así como los avances u obstáculos que se presenten en las negociaciones. Además, buscaremos que México no sólo se comprometa legal e internacionalmente a luchar contra el cambio climático, sino que asegure que dichos compromisos se vean reflejados en los presupuestos y políticas públicas de nuestro país”, concluyó Ampugnani. (Raúl Estrada Greenpeace)

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