martes, 27 de noviembre de 2007

Dicen que no trabaja y que anda en la embriaguez política

Piden ciudadanos de Medellín de Bravo que el alcalde electo les dé la cara


*Acusan al priista de pactar impunidad para el presidente municipal panista saliente, Maurilio Fernández Ovando
* Rubén Darío Lagunes Rodríguez dice que él ganó la elección y que no le debe nada al PRI ni al trabajo político de Fidel Herrera Beltrán

Walter Ramírez Aguilar

La contundente victoria que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) logró el pasado 2 de septiembre en el municipio de Medellín de Bravo -con lo que el partido tricolor retomará las riendas de la vida política y social del ayuntamiento-, están en riesgo de colapsarse y de crear una situación de ingobernabilidad que podría no sólo perjudicar la imagen de ese instituto partidista sino la del propio gobernador.

El alcalde electo, Rubén Darío Lagunes Rodríguez, será el responsable de esta grave situación debido a que sin el menor recato ha decidido desprenderse de los pilares que sustentaron su victoria electoral y de los innumerables ciudadanos que le manifestaron su confianza en aras de recuperar el desarrollo y crecimiento del ayuntamiento.

Resulta que este imberbe político considera que el triunfo arrollador que el PRI obtuvo en ese municipio se debe a él, y sólo a él, y en reuniones privadas ha dicho que la victoria electoral alcanzada se dio “gracias a mi persona y mi talento” y asegura que el trabajo incasable que ha realizado Fidel Herrera Beltrán en ese ayuntamiento y los restantes 211 municipios de la entidad no contribuyeron en nada a generar un ánimo de confianza en la ciudadanía.

De acuerdo con Rosario Segura, dirigente social y luchadora de las causas ciudadanas en esa región, afirma que Rubén Darío ha dicho que él no le debe nada al gobernador ni al PRI, sino al contrario “sostiene que el gobernador Fidel Herrera Beltrán le debe a él muchos de los favores que en vida le brindó su padre al mandatario estatal”.

Voces como la de la licenciada Rosario Segura se repiten día a día en el municipio de Medellín. Varios dirigentes sociales, gremiales y empresariales de la región están sorprendidos de la embriaguez política que hoy cubre a Rubén Darío Lagunes Rodríguez.

Con asombro descubren que las promesas de campaña se han ido por las coladeras y que el talante, antes humilde y sencillo de Rubén Darío, hoy se ha transformado en petulante y grosero.

No se explican cómo este hombre que apenas concluyó la secundaria y que fue arropado por los líderes de la comunidad para llegar a la silla de la Presidencia Municipal, hoy camine por las calles rodeado de malandrines, arribistas y personas ajenas al municipio y al estado.

Todos los compromisos que se establecieron en la campaña se han roto debido a que Rubén Darío decidió no dar la cara después de recibir su constancia de mayoría, dice Rosario Segura.

Sin el menor tacto político, este joven arropado por el PRI y que provenía del Partido Convergencia (PC), decidió ya no dar la cara a los ciudadanos que votaron por él.

A los líderes que lo cuidaron y lo guiaron a lo largo de la contienda, y que además, fueron la base para lograr su triunfo, hoy les ha dado la espalda, ya no les contesta el teléfono y además les ha advertido que él no tiene compromisos de ninguna índole con nadie.

Muchos de estos dirigentes sociales le recuerda a Rubén Darío que al comenzar su campaña el apenas tenía 10 mil pesos para sufragar sus gastos. Que adolecía de una estructura electoral y ciudadana que diera soporte a su campaña y que además fueron las alianzas de estos dirigentes las que lo encumbraron por encima de los 12 aspirantes que el PRI tenía como prospectos para ir a la contienda electoral.

Un asunto que no resulta menor, es que hay indicios de que Rubén Darío Lagunes Rodríguez ha firmado un acuerdo de impunidad con Maurilio Fernández Ovando, el alcalde panista saliente.

Se dice que entre Lagunes Rodríguez y Maurilio ya está acordado un pacto para encubrir la mala administración de este último. La prueba de este acto es que repetirá en el cargo de Secretario del Ayuntamiento el ingeniero Leonardo Luna Solís.

Este funcionario es el brazo derecho de Maurilio y la tapadera de todas sus irregularidades, y según estas voces ciudadanas, permanecerá en el trienio de Rubén Darío para continuar encubriendo los malos manejos que Fernández Ovando ha tenido.

Baste recordar que la Fiscalía Especializada en Delitos Cometidos por Servidores Públicos, que encabeza Armando López Contreras, le sigue los pasos al actual alcalde luego de que funcionarios de su propia administración dieron a conocer que en dos bodegas, el munícipe almacenaba picos, palas, kits de limpieza y botas de plástico que envió la Federación para los damnificados por el huracán Stan y que el panista usó para regalar en tiempos campaña para favorecer al abanderado de su partido.

Vale la pena destacar la sociedad civil de Medellín de Bravo ha comenzado a reunirse para establecer una estrategia que obligue a Rubén Darío a dar la cara y aclarar que está ocurriendo en realidad.

La gente afirma que no hay reuniones de trabajo para la planeación de lo que se debe realizar en beneficio de la población a partir de la siguiente administración. También quieren que explique que hace tanta gente ajena al municipio al lado de él. Y que les diga que pasará con todos los grupos con los que se comprometió para impulsar el desarrollo del municipio.

Si Rubén Darío no da la cara, dicen las voces ciudadanas, no lo dejaremos tomar posesión el día 1 de enero del 2008, advirtió Rosario Segura.

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