lunes, 1 de octubre de 2007

Inició el Congreso internacional Nietzsche ¿ha muerto?...

Expertos buscan profundizar
en la filosofía nietzschiana


*Nietzsche insistió en buscar un equilibrio entre el Estado y el individuo y a su vez entre el Estado y el imperio

Alma Espinosa

El renacimiento del mito en Alemania se dio por el desierto del pensamiento que conlleva a su abstracción y la anulación de seis categorías fundamentales que deberían vertebrar un pueblo, como el mito, la costumbre y la tragedia, comentó Julio Quesada Martín, durante el Congreso internacional Nietzsche ¿ha muerto?, que organiza la Facultad de Filosofía de la UV, la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y la Fundación Hombre y mundo.

Ante la presencia de cientos de estudiantes de licenciatura y bachillerato reunidos en el Teatro del Estado, Julio Quesada, académico de la UV y de la UAM, dijo que Nietzsche puso en marcha una bomba de relojería relacionada con la diferencia que se advierte entre la cultura de la fuerza y de la debilidad.

Durante el rompimiento de la tragedia, Nietzsche insistió en la existencia de dos mitos hermanos, lo apolíneo y lo dionisiaco. El primero aparece como aquello de lo cual surge la figura, el orden, la medida y la razón; mientras que el segundo se refiere a la embriaguez, la renovación, la desmesura, el ímpetu y la vitalidad. En su momento, dijo, Nietzsche insistió en buscar un equilibrio entre el Estado y el individuo y a su vez entre el Estado y el imperio.

Nietzsche puso en marcha el mito de la cultura alemana, de una patria mítica referida a los griegos; sin embargo, comentó, deberíamos haber preguntado a Nietzsche a qué griegos se refería porque no parecen ser los mismos de los que hablaba Aristóteles en su Política. El filósofo alemán hablaba de la necesidad de volver al mito frente a la forma socrático-científica de pensar.
Aseguró que no se puede dejar de lado el ánimo intempestivo de Nietzsche; es decir, explicó, sin darse cuenta que el significado real que una victoria de Prusia sobre Francia se pudiera convertir al final en la victoria del espíritu alemán.
De esta forma, “se ve a un Nietzsche valiente, autocrítico y, desde luego, completamente intempestivo con sus compatriotas porque en medio de la efervescencia nacionalista militar de la época es capaz de echar un jarro de agua fría al decir que con esta victoria el espíritu alemán le puede estar diciendo adiós a una formación en la que la última palabra la había tenido siempre”, expresó.

Previo a la conferencia del organizador del congreso, Ricardo Corzo, secretario Académico de la UV, presidió la inauguración del encuentro, en la que aseguró que se han abierto enormes expectativas para un amplio sector académico y estudiantil. “El reto será profundizar en el contenido de la filosofía de Nietzsche bajo diversos instrumentos de análisis, difundir sus enseñanzas de manera sencilla y provocadora para que se sigan formando muchos jóvenes en su estudio”.

La UV, recién fundada, comprendió que su quehacer académico no podía estar ajeno a la filosofía y a la formación de recursos porque precisamente no solamente nuestros corpus teóricos requieren de tal, sino lo requiere la sociedad. En tanto, Gerardo Martínez, presidente de la Fundación Hombre y Mundo, dijo que Nietzsche sigue siendo un gran provocador, lo cual es un gran ejemplo para las fundaciones que pretenden ser provocadoras del cambio para buscar el bien común.

“Se requieren cambios en las estructuras filosóficas, del pensamiento y, sobre todo, en la economía, por eso es grato para las fundaciones ser provocadoras de este diálogo para que juntos podamos aportar al futuro en que si no hacemos cambios importantes ponemos en peligro a la humanidad y al planeta”, asentó.

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