En dos semanas de activismo, Greenpeace ha evitado

la caza de más de 100 ballenas por parte de la flota

japonesa, en el Santuario Ballenero Austral

Océano Glacial Antártico,— En dos semanas de activismo Greenpeace evitó la caza de más de cien ballenas por parte de la flota japonesa en el Santuario Ballenero Austral (1)

Sin embargo, la tripulación del Esperanza, barco insignia de la organización, decidió regresar a puerto ante la falta de combustible

En una dramática persecución de 4,300 millas náuticas, el Esperanza pasó quince días sin perderle la pista al buque factoría Nisshin Maru.

Sin este buque en operaciones, el resto de la flota fue incapaz de funcionar y el programa de cacería de ballenas se suspendió temporalmente.

El gobierno de Tokio dijo que no cazaría ballenas mientras Greenpeace permaneciera cerca del Nisshin Maru.

Ahora que el Esperanza se retira de la zona, el Oceanic Viking, barco del gobierno australiano continuará con el seguimiento de la flota.Greenpeace estima que Japón necesitaría capturar aproximadamente nueve ballenas minke cada día y una ballena de aleta en riesgo cada dos días, a fin de llegar a su auto-impuesta cuota de casi mil cetáceos en lo que resta de esta temporada.

"Creemos que ustedes están bajo las órdenes de Tokio, de no permitir a nadie a dar testimonio de su falso programa científico.

Cada uno de ustedes debe preguntarse: ¿por qué, si no hay nada malo con su programa científico, existe la necesidad de esconderse del escrutinio público e impedir la legítima protesta pacífica?”, dijo Sakyo Noda, coordinador de la campaña de ballenas de Greenpeace Japón, a la tripulación del Nisshin Maru a través de una comunicación de radio en japonés e Inglés.

Noda pidió a la flota abandonar la cacería y regresar a Japón.Las protestas pacíficas de Greenpeace en oposición a la caza de ballenas en el Océano Glacial Antártico fueron seguidas por el público y los medios de comunicación japoneses, quienes ahora se preguntan: ¿por qué se usó una gran cantidad de dinero de los contribuyentes para una falsa investigación científica y para producir toneladas de carne de ballena que nadie quiere comer?"Si bien, el Esperanza debe regresar a puerto, la campaña para detener la caza de cetáceos en el Santuario Ballenero Austral está lejos de haber terminado", concluyó Karli Thomas, líder de la expedición a bordo del Esperanza.

Notas al editor
(1) El Esperanza ubicó a la flota de caza de ballenas en las primeras horas del 12 de enero y desde entonces persiguió al Nisshin Maru. El 22 de enero activistas de Greenpeace bloquearon los intentos del Nisshin Maru para recibir combustible del buque panameño Oriental Bluebird y transferir carne de ballena.

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