domingo, 13 de enero de 2008

LECTURA POLITICA
Ezequiel Castañeda Nevárez
DIF, un futuro de esperanza

Si existe alguna institución que realmente cumple cabalmente con su función sustantiva es el DIF estatal, que preside la señora Rosa Borunda de Herrera, aun cuando la intensa labor que realiza su Presidenta no sea suficientemente publicitada, porque ella misma así lo ha dispuesto; esto es, porque para la quien dirige este organismo su prioridad es el obtener los mejores resultados de los programas asistenciales a su cargo y no la aparición de las mejores notas periodísticas o los reconocimientos hacia su persona. No obstante, es justo reconocer la labor que realiza la señora porque el hecho de que, a diferencia de la mayor parte de sus antecesoras y de algunos de los propios integrantes del gabinete fidelista, ella atiende personalmente los asuntos de su encargo aun aquellos que parecieran intrascendentes, ya ni decir de los que ameritan atención especial.
En el marco de la Primera Sesión del Consejo Estatal de Asistencia Social y Protección de niños y niñas, la Presidenta del DIF estableció públicamente cuáles son sus preocupaciones y de qué manera ha marcado sus prioridades, para lo cual hizo un enérgico llamado a todos los servidores públicos, sin excepción, a apoyar los programas de apoyo a la niñez y a los adultos mayores, a los discapacitados y a los enfermos, justificando el exhorto al señalar que todos los recursos destinados a sus programas llegan íntegra y puntualmente a su destino. Así ha sido, efectivamente; conociendo lo delicado que resulta el manejo de recursos económicos en programas asistenciales, la esposa del gobernador ha sido sumamente escrupulosa, porque sabe que se trata de un rubro que puede ser cuestionado aun injustificadamente cuando se deja su manejo a criterio de colaboradores o de fundaciones poco transparentes –tenemos el ejemplo de “Vamos México” de la señora Sahún de Fox- por eso toda su atención al manejo administrativo y a la correcta aplicación de los recursos que llegan al DIF.
No es casualidad que Veracruz sea el principal beneficiario de otros programas asistenciales como los de la Fundación Telmex, que apoya a las personas más necesitadas y que han tenido que enfrentar algún proceso penal, a través de “Telmex-Reintegra”. Se trata de un fondo para pagar fianzas de personas sin recursos económicos y que son acusados por delitos menores y que por primera ocasión se ven involucrados en estos problemas y que no cuentan apoyo para atender estos procesos. A la fecha, 678 veracruzanos han recibido esta ayuda por la gestión directa de la esposa del Gobernador Fidel Herrera, cifra que deja muy atrás a otras entidades porque allá no cuentan con la misma atención. Ya ni decir sobre el apoyo brindado a los grupos vulnerables de la población penitenciaria veracruzana y a las familias de los internos en proceso de readaptación para obtener algún beneficio de preliberación o a los menores infractores para que cuenten con un lugar apropiado para su rehabilitación y se respeten sus derechos.
En su intervención, la señora Borunda estableció la meta que la institución a su cargo pretende: obtener los mejores niveles de vida y bienestar para que los niños y jóvenes veracruzanos accedan a las herramientas que les permitan vislumbrar un futuro de esperanza. Nada más, pero nada menos.
Una vez dejado en claro que en el DIF estatal se está trabajando con absoluta dedicación, calidad, calidez y honradez, la titular de esta institución exhortó a todos a colaborar con recursos para apoyar estas actividades, incluyendo al propio titular del Ejecutivo para que comparta algo del premio mayor y adquiera las pequeñas esculturas que se encuentran a disposición del público.
Queda en claro, con esta intensa actividad y actitud, que la suerte del gobernante data de muchos años atrás, cuando conoció a doña Rosa, suerte que comparte ahora con Veracruz y con los veracruzanos que ya vislumbramos un futuro de esperanza. Esa es la cuestión.

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