Festejó Facultad de Contaduría y
Administración su 40 aniversario
Gina Sotelo
La Facultad de Contaduría y Administración de la Universidad Veracruzana (UV) celebró el pasado mes de diciembre cuatro décadas de excelencia académica; para ello, el día 14 hubo una magna celebración en la que académicos y estudiantes se reunieron en torno a un nutrido número de actividades que iniciaron desde muy temprano con la inauguración del evento a cargo de Fidel Saavedra Uribe, director del Área Económico-Administrativa.
Además se impartieron tres conferencias magistrales: “La planeación estratégica: su importancia e implicaciones”,dictada por Sergio Kauffman González; “Aproximación al administrador latinoamericano”, a cargo de Alejandro Chirino Sierra, y “La competitividad de México en el contexto de la globalización: un reto para el administrador”, que impartió René Solís Brun.
Se montó también una exposición de los servicios que ofrece la Facultad, entre ellos el Business English Center (BEC), la Especialidad en Comercio Exterior, Educación continua, el Centro de Apoyo a la Titulación; además, se expuso la producción literaria de los maestros de la propia entidad académica.
Por la tarde, entre otras actividades, se entregaron reconocimientos a ex directores de la Facultad que actualmente dirige Héctor Vargas Rubín, así como a ex directores y ex jefes de carrera de la Licenciatura en Administración. Al final del programa vespertino se develó la placa conmemorativa del 40 Aniversario y se llevó a cabo un brindis por el evento.
Haciendo un poco de historia
A partir de las remembranzas narradas por Martín Espino Hernández y Miguel Álvarez de Asco, es como se ha podido reconstruir la historia de la fundación de la escuela de Administración de la UV en Xalapa.
En 1966, siendo rector de la UV Fernando García Barna, surgió la idea de diversificar la oferta de educación superior en el estado; para entonces la UV gozaba ya de un bien ganado prestigio como universidad regional, merced a su positivo y muy aceptable nivel académico alcanzado en diversas facultades, entre ellas la de Comercio, Derecho, Matemáticas, Física, Medicina y Arquitectura.
La Universidad se encontraba en pleno proceso de modificación y actualización de sus planes y programas de estudio y estaba por introducir –al menos en la Facultad de Comercio, dirigida en ese entonces por Luis Julio Sánchez Barradas– el plan basado en estudios semestrales, que venía a sustituir al plan de estudios de sustentación anual.
Fue en ese contexto bajo el cual se fundó la Escuela de Administración en el seno de la Facultad de Comercio para aprovechar la infraestructura tanto física como académica ya instalada. El objetivo esencial de la nueva institución era “proporcionar a las empresas, profesionistas competentes, dotados de habilidad analítica y conocedores del medio socioeconómico del estado, un amplio conocimiento de la moderna administración”.
Se pretendía que los egresados fueran, además, especialistas en áreas empresariales concretas como la mercadotecnia, las finanzas, el recurso humano y los sistemas productivos. Como es natural, muchos fueron los problemas y tantas más las limitaciones originales, pero con el paso del tiempo se fueron superando gracias al esfuerzo y entrega de sus directores, el primero de ellos fue Gerardo Fernández Carreto.
En la actualidad, la Licenciatura en Administración de Empresas ha superado en mucho las enormes limitaciones con que surgió; es una institución sólida en el seno de la actual Facultad de Contaduría y Administración de la máxima casa de estudios de Veracruz y priva en ella un ambiente de trabajo, respeto y seriedad entre maestros y alumnos, funcionarios y trabajadores en general.
La licenciatura, si bien es una institución joven dentro de la Universidad y con promisorio futuro, no obstante tiene importantes retos que la obligan a una superación y actualización permanentes para lograr la calidad y la excelencia académicas, meta ambiciosa que sin duda no podrá cumplir sin el pleno respaldo de su comunidad académica; sólo así alcanzará el cumplimiento de su misión estratégica implícita: desarrollar calidad humana para la excelencia empresarial.
Administración su 40 aniversario
Gina Sotelo
La Facultad de Contaduría y Administración de la Universidad Veracruzana (UV) celebró el pasado mes de diciembre cuatro décadas de excelencia académica; para ello, el día 14 hubo una magna celebración en la que académicos y estudiantes se reunieron en torno a un nutrido número de actividades que iniciaron desde muy temprano con la inauguración del evento a cargo de Fidel Saavedra Uribe, director del Área Económico-Administrativa.
Además se impartieron tres conferencias magistrales: “La planeación estratégica: su importancia e implicaciones”,dictada por Sergio Kauffman González; “Aproximación al administrador latinoamericano”, a cargo de Alejandro Chirino Sierra, y “La competitividad de México en el contexto de la globalización: un reto para el administrador”, que impartió René Solís Brun.
Se montó también una exposición de los servicios que ofrece la Facultad, entre ellos el Business English Center (BEC), la Especialidad en Comercio Exterior, Educación continua, el Centro de Apoyo a la Titulación; además, se expuso la producción literaria de los maestros de la propia entidad académica.
Por la tarde, entre otras actividades, se entregaron reconocimientos a ex directores de la Facultad que actualmente dirige Héctor Vargas Rubín, así como a ex directores y ex jefes de carrera de la Licenciatura en Administración. Al final del programa vespertino se develó la placa conmemorativa del 40 Aniversario y se llevó a cabo un brindis por el evento.
Haciendo un poco de historia
A partir de las remembranzas narradas por Martín Espino Hernández y Miguel Álvarez de Asco, es como se ha podido reconstruir la historia de la fundación de la escuela de Administración de la UV en Xalapa.
En 1966, siendo rector de la UV Fernando García Barna, surgió la idea de diversificar la oferta de educación superior en el estado; para entonces la UV gozaba ya de un bien ganado prestigio como universidad regional, merced a su positivo y muy aceptable nivel académico alcanzado en diversas facultades, entre ellas la de Comercio, Derecho, Matemáticas, Física, Medicina y Arquitectura.
La Universidad se encontraba en pleno proceso de modificación y actualización de sus planes y programas de estudio y estaba por introducir –al menos en la Facultad de Comercio, dirigida en ese entonces por Luis Julio Sánchez Barradas– el plan basado en estudios semestrales, que venía a sustituir al plan de estudios de sustentación anual.
Fue en ese contexto bajo el cual se fundó la Escuela de Administración en el seno de la Facultad de Comercio para aprovechar la infraestructura tanto física como académica ya instalada. El objetivo esencial de la nueva institución era “proporcionar a las empresas, profesionistas competentes, dotados de habilidad analítica y conocedores del medio socioeconómico del estado, un amplio conocimiento de la moderna administración”.
Se pretendía que los egresados fueran, además, especialistas en áreas empresariales concretas como la mercadotecnia, las finanzas, el recurso humano y los sistemas productivos. Como es natural, muchos fueron los problemas y tantas más las limitaciones originales, pero con el paso del tiempo se fueron superando gracias al esfuerzo y entrega de sus directores, el primero de ellos fue Gerardo Fernández Carreto.
En la actualidad, la Licenciatura en Administración de Empresas ha superado en mucho las enormes limitaciones con que surgió; es una institución sólida en el seno de la actual Facultad de Contaduría y Administración de la máxima casa de estudios de Veracruz y priva en ella un ambiente de trabajo, respeto y seriedad entre maestros y alumnos, funcionarios y trabajadores en general.
La licenciatura, si bien es una institución joven dentro de la Universidad y con promisorio futuro, no obstante tiene importantes retos que la obligan a una superación y actualización permanentes para lograr la calidad y la excelencia académicas, meta ambiciosa que sin duda no podrá cumplir sin el pleno respaldo de su comunidad académica; sólo así alcanzará el cumplimiento de su misión estratégica implícita: desarrollar calidad humana para la excelencia empresarial.
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