
Miles marchan hacia los refugios ante una
eventual inundación en Chiapas y Tabasco
Habitantes de la comunidad de Jiménez, en la margen del río Samaria en el sureño estado mexicano de Tabasco, reunían hoy sus pertenencias para viajar a una zona más alta y protegerse de un eventual desbordamiento de los ríos por el desfogue de presas.
Desde el miércoles pasado las autoridades comenzaron el desfogue de la presa Peñitas que capta aguas del río Grijalva para que pueda recibir la corriente que le llegue de la presa Malpaso cuando el próximo martes sea abierto un tapón que se formó al derrumbarse un cerro sobre el afluente.
En Jiménez está previsto que salgan sus mil 596 habitantes, yendo y viniendo de un lado a otro y reuniendo parte de sus pertenencias para subirse a camiones que mandó la Armada y en autobuses que prestó el gobierno de Tabasco.
Los habitantes de Jiménez serán llevados a la cabecera municipal de Nacajuca, a unos 25 kilómetros de distancia, para que se instalen en albergues.
El plan de desalojo en Tabasco contempla a comunidades que están en los márgenes de los ríos Samaria y Carrizal, afluentes del Grijalva, y en total se pretende movilizar a 15 mil 400 personas, en una tarea que realizarán entre hoy y mañana unos 10 mil miembros del Ejército y la Armada de México, además de funcionarios de Protección Civil y varios ministerios e instituciones como la Comisión Nacional del Agua.
En la comunidad de Jiménez la gente se ha concentrado en el parque central en espera de los autobuses que los llevarán a zonas altas y también se puede ver a personas orando en el pequeño templo católico de este pueblo.
Los habitantes comentan con preocupación que el río Samaria subió su nivel tres metros desde que el miércoles comenzó el desfogue de la presa Peñitas y creen que las 463 casas de la comunidad pudieran quedar abajo después de que se abra la presa de Malpaso.
El martes está previsto el desfogue de Malpaso para que la corriente de agua corra por un canal de unos 800 metros de largo que se construyó en días pasados sobre el tapón de tierra y llegue a Peñitas.
Algunos habitantes emprendieron la marcha antes del operativo oficial de desalojo, pero otros se niegan a salir de la comunidad porque temen que les roben sus pertenencias.
Jiménez fue una de las comunidades afectadas a finales de octubre y principios de noviembre cuando Tabasco sufrió las más severas inundaciones en su historia, que afectaron a más de un millón de personas y que se debieron a las intensas lluvias, al desfogue de la presa Peñitas y a que la marea alta impidió que las aguas del río Grijalva desembocaran en el Golfo de México.
Muchos de los que parten hoy hacia la alcaldía de Nacajuca vivieron en noviembre varios días en el techo de sus casas y fueron rescatados por helicópteros o lanchas.
En otra comunidad del municipio de Nacajuca, Congregación Zapote, muchos de sus habitantes se resisten a dejar sus casas porque argumentan que no fueron avisados a tiempo.
"Si nos llevaran con todo y nuestros animales (puercos, pollos y patos) saldríamos", dijo María Rodríguez, quien vive en Congregación Chicozapote, habitado por 210 familias.
El operativo de desalojo incluye a comunidades del estado vecino de Chiapas y que están asentadas en los márgenes del río Grijalva entre las presas Peñitas y Malpaso.
De ese estado serán evacuadas tres mil 500 personas, algunas de las cuales comenzaron a salir desde ayer viernes hacia zonas altas.
El río Grijalva es el segundo más caudaloso del país y nace en Guatemala, cruza los estados de Chiapas y Tabasco para desembocar en el Golfo de México.
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