martes, 18 de diciembre de 2007




EL GRUPO LOS CAMPECHANO DE SANTIAGO TUXTLA PRESENTÓ EN LOS LAGOS SU DISCO ¡YA LLEGÓ LA RAMA!

Ante más de 300 personas, el grupo Los Campechano, oriundo de Santiago Tuxtla, presentó su primer disco titulado ¡Ya llegó la Rama! en el Centro Cultural Los Lagos, espacio del Instituto Veracruzano de la Cultura (IVEC) ubicado en el Paseo de los Lagos, del barrio xalapeño de El Dique.

Integrado por don Pablo Campechano y su esposa María Antonia Yan con sus cinco hijos: Juan Manuel, de 18 años; Lorena, de 16; Paola Antonia, de 13; Mariana, de 11 y Lizbeth, de 7 años, el grupo dio muestra del entusiasmo y talento con que se dedican a perpetuar y difundir la tradición musical que heredaron de sus respectivas familias.

Los Campechano tocaron diversos sones que forman parte del repertorio tradicional jarocho, en el cual incluyen los versos de esa antigua tradición navideña denominada “La Rama”, los cuales fueron recibidos por el público xalapeño con aplausos y peticiones de más y más canciones, solicitudes que el grupo complació durante más de una hora, entre el júbilo de la concurrencia.

Al finalizar el evento de presentación de ¡Ya llegó la Rama! en el auditorio y antes de que diese inicio en el patio un animado fandango en el que participaron decenas de músicos y bailadores, don Pablo Campechano Gorgonio, quien además de ser ejecutante de la guitarra de son, cantador y bailador, ha sido maestro de son jarocho de varias generaciones de niños de su región, además de reconocido laudero, se mostró muy satisfecho por la positiva respuesta del público xalapeño.

Explicó que el grupo Los Campechano surgió hace más de una década: “Decidimos tocar con el mayor de mis hijos, Juan Manuel, y así nos fuimos turnando con amigos y compañeros del son, pedíamos permiso para tocar en los fandangos y luego fueron integrándose los demás, mi hija Lorena, después Mariana, Lizbeth, mi esposa y también muchos alumnos han desfilado por el grupo, porque además de tocar en familia hemos impartido talleres durante más de dos décadas.

“Así iniciamos, vinieron los hijos y formamos un grupo familiar, con el objetivo de difundir el son jarocho, que antes se aprendía en casa, con los abuelos y los tíos, y se reforzaba en los fandangos, y nosotros queremos incursionar en esto para que, además de tocar, convivir y pasar el mayor tiempo posible con la familia, podamos difundir nuestra música también”.

Añadió don Pablo que en Santiago Tuxtla “está fuerte el son jarocho. Primero se oía más en Tlacotalpan y Los Tuxtlas, pero ahora se encuentra vigoroso en todo Veracruz, hasta Tabasco, y en muchos otros estados, está invadiendo todo el país, y traspasa fronteras, porque tiene mucha aceptación en Estados Unidos, Francia y España. Para algunos jóvenes es como moda, pero para nosotros es algo que llegó para quedarse. Lo que hace falta es buscar espacios para que los jóvenes se desarrollen y nuestra música siga vigente, esa es nuestra aspiración”.

Destacó el músico que el son jarocho “es una tradición que no solamente consiste en cantar, tocar y bailar: es parte de nuestra vida cotidiana; algunos tenemos otros oficios, yo soy laudero, todos los instrumentos que traemos son hechos por nosotros, y todo esto es un contorno que rodea el son jarocho y de alguna manera nos relaciona, porque no nada más nos juntamos para tocar, sino también para compartir nuestras satisfacciones, nuestro dolor, si alguien muere, cuando nuestros músicos están enfermos..., todo eso es el son jarocho”.

Esa noche, el artista plástico y músico Alec Dempster presentó su nueva propuesta Café con pan, se contó además con la participación del grupo Son de Santiago y los anfitriones xalapeños Son de Mar, en un evento multitudinario coordinado por el proyecto Culturaama, el Hogar del Son Jarocho.
Para finalizar, los asistentes participaron en la recreación de un fandanguito al estilo tuxteco, donde numerosos bailadores se turnaron en la tarima, al compás de la música interpretada por decenas de ejecutantes, finalizando el encuentro alrededor de la medianoche.

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