miércoles, 19 de diciembre de 2007


Selma Ancira presentó el último
volúmen de su Tetralogía sobre Lev Tólstoi


Durante un evento realizado contando con el apoyo del Instituto Veracruzano de la Cultura que dirige don Sergio Villasana Delfín, la traductora Selma Ancira presentó en el Museo de Antropología de Xalapa una tetralogía consagrada a explorar los diarios y correspondencias de Lev Tolstói.

Acompañada por el tataranieto del autor de La guerra y la paz, Vladimir Tolstói, y el poeta veracruzano José Luis Rivas, Selma Ancira explicó, después de traducir al público asistente un documental que muestra al famoso novelista ruso en situaciones cotidianas --filmado en 1910, durante los últimos meses de su vida-- que con el cuarto volumen de esta tetralogía, Cartas 2, culmina un proyecto de muy largo aliento, financiado por el Conaculta, Editorial Era y Yásnaia Poliana, en el que ha estado trabajando casi 10 años.

Al finalizar la ceremonia de presentación, en entrevista, la traductora de literatura rusa explicó que hace mucho quería llevar a cabo este proyecto, que resultó complicado por lo costoso, y fue hasta que obtuvo los apoyos necesarios cuando pudo concretarlo.

“Pero ahora me separaré un rato de Tólstoi, me voy a dedicar a Marina Tsvietáieva los próximos dos o tres años y después volveré con el Conde, pero de momento estoy en este proyecto, también largo”, indicó.

Añadió la traductora mexicana que conoció al tataranieto de Tólstoi durante la etapa en que ha desempeñado labores en la biblioteca de Yásnaia Poliana, lugar donde nació y vivió casi toda su vida el escritor ruso.

“Ellos me han visto trabajar durante todos estos años y cuando le propuse que viniera a México a la presentación de los libros, Vladimir aceptó encantado”.

Es el único descendiente del escritor –uno de los 200 que se hayan diseminados por el mundo— que se ha dedicado a la hacienda, le ha dado vida al museo, ha vuelto a poner en funcionamiento la biblioteca, ha hecho todo para que Yásnaia Poliana sea lo que es en este momento, un lugar de culto, de peregrinación, al que viajan miles de personas para estar cerca de la obra del novelista. Vladimir ha hecho que eso sea posible a unos niveles extraordinarios; es una persona dedicada en cuerpo y alma a la memoria de su tatarabuelo”.

Su idea con esta tetralogía sobre el diario y el acervo epistolar de Lev Tólstoi --que se halla a disposición del público en las librerías Educal y otras como la Gandhi-- “es dar al lector el Tólstoi vivo, no el literario de La guerra y la paz, o el filósofo de todos sus tratados de los últimos años de vida, o el profeta de sus tratados religiosos, sino el Tólstoi del día a día, en relación con su familia y amigos, con otros escritores, en el que están las semillas de sus novelas y tratados.

“Un Tolstói en evolución, desde los 18 años en que empezó a escribir su diario hasta los 82: ¿qué pasa con esa persona, cómo evoluciona, en qué consiste ese trabajo interior del que habla constantemente, cómo se fue forjando, hasta convertirse en lo que se llama el apóstol de Yásnaia Polaina”, señaló.

Selma Ancira cree que el lado humano está íntimamente ligado con la literatura tolstoiana, con su obra: “Lo que Tólstoi va escribiendo está siempre en correlación con lo que va viviendo, el último Tólstoi, el de después de lo que se llama la crisis, que no escribe literatura, reniega de La guerra y la paz, repudia a Ana Karénina, que está ya en plan filosofía, religión, etcétera.

Ese mismo Tólstoi lo vemos aquí, pero en relación con sus gentes; creo que cada persona a lo largo de su vida se hace varias preguntas y a todas ellas da respuesta Tólstoi en esos escritos íntimos: se está analizando constantemente, en contacto consigo mismo, y sus respuestas le pueden servir a cualquier lector, no tiene que ser un especialista en la obra de Tólstoi”.

Agregó que le resulta gratificante que esta tetralogía haya sido bien recibida por el público mexicano: “La presentamos en Bellas Artes y en Querétaro con éxito, y aquí ha acudido también mucha gente interesada.

La manera como el público recibe la obra de Tólstoi es muy importante para su tataranieto, ver que Tólstoi está vivo en un país tan lejano a Rusia, en una época tan distante a la vida de su tatarabuelo.

La gente lo lee, lo sigue; recibo cartas de lectores a través de la editorial diciéndome: ‘Gracias, porque antes de estos libros yo creía que la vida era esto y ahora me doy cuenta de que he vivido mal, tengo 60 años y me queda tiempo para enmendar mi existencia’. Para mí, para mi trabajo, eso es muy reconfortante”, finalizó.

Por su parte, Vladimir Tólstoi, heredero de las tradiciones e historias de una importante familia rusa, estirpe de la cual afirmó sentirse muy orgulloso, se mostró complacido con su labor al frente de la hacienda Yásnaia Polaina.

“Para mí es una gran felicidad dirigirla; más que un trabajo, es como una misión, la continuación de la vida de mi familia en este espacio que es para nosotros muy importante, donde no solamente están las cosas de Tólstoi en su lugar, donde él las dejó, sino que las mismas cosas que él comenzó en su momento se han continuado, como por ejemplo el kinder que él inició, que sigue funcionando como escuela.

“Yásnaia Poliana es un centro donde se reúne gente pensante, escritores, filósofos, músicos, para que cada día haya algo distinto, suceda algo importante y que se lleve la vida que se llevaba cuando Tólstoi estaba vivo”.

Finalmente, se mostró maravillado con su visita al Museo de Antropología de Xalapa, donde Maliyel Beverido fungió como “guía extraordinaria”, según sus propias palabras, y afirmó que Xalapa es una ciudad bella, encantadora”.

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