Satisfecho deja Carlos Miguel Prieto la OSX
*Xalapa es una ciudad muy especial que tiene una orquesta como ninguna otra: CMP *La parte que más me va a doler es la humana, afirma el músico
Gina Sotelo
Carlos Miguel Prieto se despide de la Orquesta Sinfónica de Xalapa con el concierto La flauta mágica, ópera de Mozart que se presentará en la Sala Grande del Teatro del Estado, como parte del Festival Junio Musical, la cita es este domingo a las 17 horas.
Parece que fue ayer cuando el talentoso y carismático violinista Carlos Miguel Prieto llegó a Xalapa con un enorme reto, dirigir a una de las más prestigiadas orquestas de América Latina: la Orquesta Sinfónica de Xalapa (OSX), reto y sueño para muchos directores.
Seis años más tarde, Carlos Miguel ha cumplido su ciclo y sigue creciendo como músico al aceptar la titularidad nada menos que de la Orquesta Sinfónica Nacional. La decisión de dejar a la OSX obedece no sólo a lo profesional, sino –y en primer plan– a lo familiar, pues podrá al fin estar más tiempo con su esposa y sus hijas.
En puerta tiene proyectos paralelos como ofrecer conciertos con el Cuarteto Prieto, especialmente con su padre, con quien hace unos días acompañó al chelista Yo-Yo Ma en el Palacio de Bellas Artes. Amante del soccer –es partidario del Cruz Azul–, de la buena mesa y de la lectura, habla de su experiencia en Xalapa, sus planes y proyectos.
“Dirigir la OSX es de lo más importante que he hecho y lo seguirá siendo. No lo digo para alabar ni para dar coba sin pensarlo. Ésta es una ciudad muy especial que tiene una orquesta como ninguna otra, no sólo en cuanto a calidad sino a la comunión con el público. Ésta ha sido la oportunidad con la que cualquiera sueña para aprender y para hacer cosas.”
Carlos Miguel se va en uno de los mejores momentos de la OSX , gozando de una relación muy buena con sus músicos, el público y las autoridades. Su ciclo se cerró como un proceso interno personal, se le abre una opción en la Sinfónica Nacional, reto grande que redundará en mejor vida familiar:
“Si la decisión es puramente profesional creo que no está bien tomada. Hay que ver más allá, una orquesta es mucho más que el director y esto le dará a la OSX la oportunidad de reafirmarse y hacerse un futuro para su propio beneficio.”
Conciente de que la burocracia cultural, no produce, sino devasta, el joven director no tiene miedo: “Mi lucha siempre es positiva. Mis negociaciones con músicos, autoridades, sindicatos siempre han sido buscando el bien de un proyecto y de una orquesta. Soy enfermizamente conciliador mientras se logre algo en pro de la música. En México hay que confiar en el poder de negociación, de convicción y de flexibilidad. Al buscar el bien común se acaba encontrando”.
Radicar de nuevo en el Distrito Federal le permitirá pasar más tiempo con Isabel y con sus hijas, Ana y Cecilia. Su prioridad es y seguirá siendo su familia, aunque espera tener una presencia continua en Xalapa y no dejar de venir: “La OSX es una orquesta rápida, simpática, alburera, es un encanto, yo he aprendido mucho de ellos. Tengo muchísimas razones por las cuales me gustaría volver”.
Director arriesgado, fueron muchos los logros que obtuvo con la Sinfónica, no sólo el tener un proyecto muy sólido en conciertos didácticos, sino tocar sinfonías de Shostakovich, Bach, Beethoven, casi toda la obra de Revueltas y del fastuoso Mahler:
“Cualquier locura se pudo lograr, se hizo mucha música antigua aparte del repertorio tradicional. Logramos gran variedad de estilos, compositores y artistas invitados. Espero haber aportado algo que se va a quedar aquí.”
Carlos Miguel Prieto vive de prisa, tiene tanto que hacer pero el tiempo es su enemigo: “Sí paso tiempo de calidad con mi familia. Leo mucho. Una de las cosas que mi profesión permite porque pasas mucho tiempo en hoteles y en aviones. Compro 10 veces más libros de los que leo. En este momento estoy releyendo Cien años de soledad . Gabriel García Márquez me escribió una dedicatoria absolutamente preciosa en la nueva edición. Siempre estoy leyendo 3 ó 4 libros a la vez”.
También le gusta mucho ver deportes en televisión y en vivo. Hace deporte, se va con su hija de tres años a andar en bicicleta: “Soy muy familiar y como a cualquier papá me gusta mucho hacer tonterías, que bueno que nadie ve esa parte porque me daría mucha pena”.
Sibarita cien por ciento Carlos Miguel come mucho más de lo que bebe y le saca de balance no comer bien: “Dependo mucho de siempre estar bien físicamente. Soy muy aficionado a la comida étnica de cualquier parte. Donde voy me lanzo a comer en donde sea. Tiene que ver con la música, me gustan las cosas que están bien hechas, por eso hacer música y saborear comida no es muy diferente”.
En definitiva, va a extrañar de Xalapa y lo dice de corazón: “Primero a la orquesta, no como músicos sino con mis amigos que son todos y cada uno de ellos. La parte que más me va a doler no es la parte profesional sino la parte humana, el reto es no perder el contacto; también la naturaleza y la belleza de aquí; la tranquilidad y la gente que es de una nobleza increíble”.
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