viernes, 21 de septiembre de 2007

Advierten Greenpeace y el Worldwatch Institute

Alerta roja en los océanos del mundo

Los océanos de todo mundo enfrentan una situación alarmante debido a la sobrepesca, la contaminación, el cambio climático y la desaparición de especies; el único camino para revertir esta situación es proteger el 40 por ciento de los océanos de la explotación humana y asegurar la recuperación de la biodiversidad en las áreas agotadas, señala el informe Oceans in Peril: Protecting Marine Biodiversity (Océanos en peligro: protegiendo la biodiversidad marina), elaborado por Greenpeace y el Worldwatch Institute.

Este informe fue elaborado para el Worldwatch Institute por un equipo de expertos de la Unidad Científica de Greenpeace en la Universidad de Exeter, Reino Unido, y es una actualización de un estudio anterior realizado por el mismo equipo en 1998, donde destaca el rápido y grave deterioro que han sufrido todos los océanos del planeta en menos de una década, y muestra la necesidad de crear reservas marinas: áreas donde todos los usos extractivos y destructivos, incluida la pesca, estén prohibidos.

Cabe destacar que el 70 por ciento de la superficie de la Tierra está cubierta por los océanos y tres cuartas partes de la humanidad viven en áreas costeras, lo que demuestra la gran dependencia de la humanidad sobre los recursos marinos.

“Otros estudios recientes señalan que el 90 por ciento de los grandes peces predadores (tiburones, peces espada y atunes) han desaparecido debido a la sobrepesca desde la década de los 50, y han ayudado a denunciar lo que está sucediendo bajo las olas, lejos de las miradas de la mayoría de las personas”, afirmó Paul Johnston, jefe de la Unidad Científica de Greenpeace.

El informe destaca también nuevas amenazas para los océanos, tales como su creciente acidificación, y subraya cómo la carrera por unos recursos en constante disminución está llevando a los ecosistemas marinos al borde del colapso.

También demuestra, con datos de la FAO (Organización para la Agricultura y la Alimentación de la ONU), que el 76 por ciento de los stocks pesqueros del planeta están totalmente explotados o sobrexplotados.
En 2005 se capturaron 158 millones de toneladas de pescado, lo que supone un incremento de 700 por ciento respecto a 1950. Las capturas registradas entre 1950 y 2000 muestran el colapso de 366 de las 1,519 pesquerías que existen a nivel mundial, el caso más conocido es el de la pesquería de bacalao de Grand Banks en Newfoundland.

Océanos en peligro... también pone al descubierto el engaño que supone la acuacultura cuando se presenta como la solución mágica a la crisis pesquera: la alimentación de especies carnívoras, como salmones o camarones (carroñeros), requieren 2.5 kilos de pescado para producir un kilo de estas especies, con lo que se incrementa aún más la crisis de los océanos. Más grave aún es el caso del atún capturado en alta mar y engordado en “granjas”, porque para su alimentación se necesitan 20 kilos de pescado por cada kilo de atún producido.

El daño que sufren miles de animales marinos y el ecosistema entero por los efectos del palangre y el arrastre de profundidad, así como la sobrepesca de las aguas de los países en desarrollo, agravado por una tasa de pesca ilegal que se estima en el 20 por ciento del total (con un valor estimado de entre 4 mil y 9 mil millones de dólares).

Mientras que algunos países con suficientes recursos para controlar sus aguas hacen intentos por proteger los recursos, en aguas internacionales la regulación para la captura de especies es casi nula; un asunto que es necesario poner en discusión urgentemente a nivel internacional.

El informe incluye una serie de medidas que de ponerse en práctica podrían revertir la tendencia actual, recuperando la productividad pérdida de nuestros océanos.
Entre estas medidas destaca el establecimiento de una extensa red de reservas marinas por todo el planeta, que proteja las especies vulnerables y sus hábitat, aumente la pesca en las zonas cercanas a las reservas y amortigüe los efectos del cambio climático.

Las reservas marinas son la herramienta más útil y poderosa disponible para detener y revertir el declive de nuestros océanos y son aplicables tanto en alta mar como en aguas costeras.
Los océanos tienen una enorme capacidad de recuperación y en todos los lugares donde se ha declarado una reserva marina, la vida prospera.

Los mares mexicanos también están en problemas

En México, 50 por ciento de la producción pesquera a nivel nacional proviene del Acuario del Mundo (Golfo de California), de donde se obtiene alrededor de 780 mil toneladas de producción al año.
Esta sobreexplotación ha llevado a las pesquerías del Acuario del Mundo al límite de su aprovechamiento. Lo mismo pasa en el resto del país, donde el 90 por ciento de las pesquerías se encuentran al límite de su aprovechamiento o en deterioro.

“La falta de control sobre la pesca es también un gran problema en México, ya que 40 por ciento de la pesca ribereña se realiza de forma ilegal, es decir sin ningún permiso.
Además, la caza indiscriminada de tortugas sigue poniendo en riesgo a esta especie en peligro de extinción”, señaló Alejandro Olivera, coordinador de la campaña de océanos de Greenpeace México.

“Si queremos pescado mañana, necesitamos reservas marinas hoy”, concluyó Olivera.

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