jueves, 21 de febrero de 2008

ENFOQUE CIUDADANO
Amelia Campillo Lascurain

Por qué los Mexicanos No Confiamos
en la Reforma Energética

Será por que cada vez que el gobierno nos dice si, es no y viceversa, así como ellos nos tienen medidos psicológicamente a los mexicanos nosotros también a ellos. De qué manera podemos confiar en las bondades que dicha reforma dicen que tiene y nos traerá tantos beneficios económicos, si experiencias pasadas como el caso de privatizaciones como la Bancaria y Teléfonos de México no nos ha ido tan bien. Nos cobran intereses y cuentas excesivas, nos cuelgan llamadas que no hicimos y se transan nuestro dinero; el ciudadano esta completamente indefenso ante las irregularidades de estas empresas. La tan manoseada reforma energética consiste en modificar el Consejo de Administración de PEMEX de forma que tenga 70% de representantes del gobierno federal y 30% de empresas privadas.

¿Cómo esperan nuestra confianza? Sabemos que el sector energético necesita respiración de boca a boca, que esta agonizando, pero no por que haya dejado de ser productivo, o por que verdaderamente nos quedamos en el atraso tecnológico. Queremos cuentas claras de la realidad administrativa de esta aún empresa paraestatal. Si, que nos rindan cuentas, no es posible que ahora nos vengan con el cuento de que estamos a punto de la irremediable quiebra en la empresa; cuando todos sabemos que PEMEX ha sido la caja grandota de los gobiernos en turno.

Presidentes van y Presidentes vienen y es lo mismo, hoy en día comprobamos que aún siendo de diferente partido político todo sigue igual. Primero, que nos den a conocer la auditoria realizada; conocer las finanzas y en que se ha gastado el dinero que debió invertirse en tecnología para convertir la industria petrolera en una de las mejores del mundo. Quienes se han gastado los inmensos recursos, habiendo tantos millones de pobres en nuestro país; y la brecha entre los que tienen mucho y los que tienen poquísimo; cada día se habré más. Es necesario inyectarle modernidad a la industria no tan solo energética si no en todos los ramos; ¿dónde está el proyecto de nación de Calderón? Y las políticas para reactivar el campo, el sector azucarero, el café, la pesca y la ganadería; y dejar de depender del petróleo, que según análisis de expertos en la materia, a nuestro país le quedan diez años de reservas de hidrocarburos.

Cómo confiar si nuestro flamante secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, quien es el encargado de negociar la tan mencionada reforma, se dedica junto con su familia al negocio de los hidrocarburos en el sureste. Y cómo los mexicanos sí tenemos memoria también recordamos el famoso caso del cuñado del Presidente Calderón cuando éste ocupaba un cargo en PEMEX y beneficio a su familia. ¿O acaso tendrán ellos la ética, el profesionalismo, las agallas y los pantalones; para defender la riqueza de México? Y sacar a esta nación del bache en que hemos caído.

¿Qué podemos hacer los millones de mexicanos para que los gobiernos dejen de decidir unilateralmente? Exigir una democracia deliberativa, donde las decisiones importantes de este gran país, no queden en manos de los políticos mexicanos. Las tome la ciudadanía, por que a todos nos corresponde participar y elegir. Dejarse de debates estériles entre grupitos de poder que para lo único que sirven es para velar para el beneficio de sus familias y el suyo propio disfrazado de patriotismo hipócrita.

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