Afectan trastornos de ansiedad

a seis por ciento de la población

Las crisis por trastornos de ansiedad afectan de dos a seis por ciento de la población de entre 20 y 40 años, y las mujeres las presentan con más frecuencia, señaló el profesor Ricardo Urbina Méndez, de la Facultad de Medicina de la UNAM.

En casos graves, expuso en un comunicado, este padecimiento desencadena limitaciones extremas, pues quienes las padecen dejan de asistir al trabajo o escuela por temor a presentar un ataque de angustia o bien desarrollan dependencia a una persona con quien se sienten seguros.

El experto indicó que la ansiedad tiende a la cronicidad, a presentar comorbilidades (que es la existencia en el mismo individuo de dos o más enfermedades), como depresión o abuso en el consumo de alcohol y otras sustancias.

Sus padecimientos se caracterizan por un estado de agitación, y se pueden manifestar de diversas maneras, como crisis de angustia o pánico, agorafobia o temor a lugares abiertos, estrés, trastorno obsesivo-compulsivo e insomnio o mucho sueño, debido al desgaste emocional.

El experto indicó que todas las personas tienen episodios de angustia, pues es un mecanismo de defensa. "Si una persona tiene un asunto no resuelto, de índole psicológica, este fenómeno le dice: ahí tienes el problema, pero no lo has terminado; de hecho, la mayoría de la gente no los desahoga".

Pero deja de ser común y se convierte en enfermedad cuando causa sufrimiento, es decir, no sólo consiste en sudar o transpirar, tener respiración acelerada o taquicardia, sino que se llega a un nivel en el que se tiene miedo de morir, de tener un infarto o volverse loco.

La angustia, detalló, se presenta por igual en hombres que en mujeres, aunque por lo regular el primero no lo reconoce y lo atribuye a presiones laborales, al estrés. "Ahora aparece sobre todo en jóvenes, a partir de los 20 y hasta los 40 años de edad; esa es la mayor persistencia".

Ese segmento puede buscar calmar este estado a través de la ingesta de alcohol, medicamentos no preescritos, drogas, metiéndose de lleno en el trabajo -lo cual se conoce como "workalcoholic"-, o mediante el ejercicio físico excesivo, puntualizó.