Es la mejor alternativa, asegura especialista cubana
Se cultivan 60 millones de has. en
América con agricultura sostenible
Se cultivan 60 millones de has. en
América con agricultura sostenible
Como no prohíbe el uso de fertilizantes químicos y herbicidas no afecta la sustentabilidad: Mercedes Jorge Gómez.
Edith Escalón
En la actualidad, cerca de 60 millones de hectáreas se explotan con técnicas de agricultura sostenible en el continente americano y su incremento en beneficio del hombre debe ser el objetivo de toda empresa agropecuaria, aseguró Ibis de las Mercedes Jorge Gómez, especialista cubana en manejo genético, en la visita que para hablar del tema realizó a la Universidad Veracruzana (UV).
Dijo que a diferencia de la orgánica o la ecológica, la agricultura sostenible no prohíbe el uso de fertilizantes químicos y herbicidas para tener acceso a mercados elitistas; incluso admite el uso de fertilizantes minerales (pues no reponer al suelo los nutrientes perdidos, afecta la sostenibilidad) y de otros agroquímicos “pero en su justa medida, evitándolos siempre que sea posible”.
La académica, quien forma parte del Instituto Nacional de Investigaciones de la Caña de Azúcar (INICA) en La Habana, explicó que la agricultura sostenible es un sistema de producción agropecuaria que permite producciones estables, económicamente viables y socialmente aceptables en armonía con el ambiente sin comprometer las potencialidades futuras del suelo.
Esta alternativa, dijo, lleva implícita la reproducción ampliada de la actividad agrícola, la relación beneficio-costo, la valoración de daños al ecosistema, la conservación de recursos naturales, la protección al medio ambiente, las garantías de salud, así como la satisfacción de las necesidades actuales y de las futuras generaciones.
La investigadora cubana reconoció que los cambios hacia una agricultura sostenible requieren también de cambios en proyectos de investigación y políticas gubernamentales: “La conciencia de su importancia se formaliza con políticas públicas que la fomenten, como sucede en Cuba”, comentó.
Entre los elementos básicos para desarrollarla mencionó la cubierta vegetal para conservar el suelo y su humedad; el suministro regular de materia orgánica, abono verde o composta, la rotación de cultivos, sistemas combinados de agricultura y ganadería, así como el empleo de leguminosas.
Daño por agricultura tradicional Por otra parte, aseguró que las estadísticas demuestran el daño que la agricultura tradicional ha provocado en todo el mundo, y mencionó como ejemplo que debido al uso indiscriminado de equipos pesados y labores excesivas al suelo han provocado la erosión y compactación en 157 millones de hectáreas en Europa.
Añadió que estudios científicos demuestran que anualmente 17 millones de hectáreas de suelo sufren erosión; en América del Sur 70 millones de hectáreas han sufrido pérdida de nutrientes; por cada tonelada de fertilizante utilizado se producían 45 toneladas de cereales, y esto se redujo tres veces.
Además, señaló que en los últimos años las pérdidas ocasionadas por plagas aumentaron de siete a 14 por ciento de las cosechas, y subrayó la disminución sufrida en la capa arable, de 21 a siete pulgadas.
Tan sólo en Australia, dijo, se reportaron pérdidas por 180 millones de dólares australianos por enfermedades, 15 por insectos, 15 por disminución de la fertilidad y 110 por compactación de los suelos, debido principalmente al monocultivo, el uso intensivo de la maquinaria, los suelos dedicados por muchos años a caña de azúcar y la quema de la cosecha.
Por último, recomendó a biólogos, agrónomos y especialistas en el área de la UV, mantener la cubierta en suelos para evitar erosión y pérdida de humedad, comenzar un programa de disminución de dosis de fertilizantes, controlar enfermedades con la obtención y uso de variedades resistentes a las mismas y la utilización de la lucha biológica para el control de plagas, así como el uso de cultivos diversificados y rotación anual de los mismos.
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