jueves, 8 de noviembre de 2007






Inicia la Feria Nacional Campesina en defensa del maíz y el frijol


Ciudad de México.- Del 8 al 11 de noviembre, cientos de productores de maíz y frijol de todo el país participarán en la Feria Nacional Campesina, en el Zócalo de la Ciudad de México. La feria, convocada por la campaña nacional “Sin maíz no hay país; sin frijol tampoco; pon a México en tu boca”, forma parte de las acciones para reactivar el campo mexicano y defender la soberanía alimentaria frente a los riesgos que representa la libre importación de granos como el maíz y el frijol y alimentos como la leche en polvo, en el Tratado de Libre Comercio para America del Norte (TLCAN) en el 2008.

Durante los tres días que permanecerá esta feria habrá talleres, conferencias, mesas redondas, música, actividades culturales y puestos de comida elaborada con productos del campo, que serán ofrecidos al público sin intermediarios y a precios muy accesibles. Asimismo se instalará el tianguis del libro “Para leer con libertad”. El horario de actividades será de 9 a 21 hrs.

“El próximo 1 de enero de 2008, dentro de los acuerdos del TLCAN entrará en vigor la libre importación de alimentos principalmente de Estados Unidos. Es decir, entrará a México maíz barato, forrajero y transgénico, que en ese país se usa para alimentar al ganado pero que es de muy mala calidad y poco recomendable para consumo humano. Esas semillas competirán con las de origen mexicano cuya riqueza en variedad genética es inigualable en el mundo entero poniendo en peligro nuestra agrobiodiversidad”, explicó la investigadora Cristina Barros.

“México importa grandes cantidades de maíz de EU, donde no existe una política de segregación entre las semillas tradicionales y las transgénicas. Esta situación contrasta con la moratoria que impuso el gobierno mexicano a la liberación de transgénicos en 1999. Por una parte, se defiende el principio de que México es centro de origen del maíz; y por otro lado, los transgénicos entran al país como semillas “a granel” para alimentar al ganado, sin mediar ningún tipo de control ni existir una postura definida en materia de bioseguridad por parte de las autoridades competentes”, señaló Aleira Lara, coordinadora de la campaña de Agricultura sustentable y transgénicos de Greenpeace.

De consumarse la apertura del TLCAN a los granos mexicanos, aumentarán gravemente los problemas en el campo nacional, entre otros, habrá mayor:

  • dependencia alimentaria;
  • pérdida de la rentabilidad agropecuaria por la insultante desventaja de competencia entre los productores nacionales y los extranjeros;
  • abandono generalizado del agro nacional y, por consiguiente,
  • migración (casi 600 mil personas al año) a las urbes nacionales y
  • desempleo en el sector agropecuario, el cual supera ya los 2 millones de pérdidas de plazas desde 1994.
  • Así como un grave riesgo de contaminación de nuestras 59 variedades de maíz nativo por la importación de maíz transgénico.

“Diversas organizaciones civiles hemos unido nuestras voces y reunido nuestras fuerzas para impulsar a lo largo de este año la campaña nacional “Sin maíz no hay país; sin frijol tampoco; pon a México en tu boca en defensa de la soberanía alimentaria y por la reactivación del campo” con el objetivo principal de recolectar un millón de firmas de ciudadanos y ciudadanas de México, para demandar al Poder Legislativo que impida la aplicación del TLCAN en materia agropecuaria este 1 de enero de 2008 y someta a revisión los humillantes términos en que el Ejecutivo Federal ha firmado o refrendado ese acuerdo”, señaló Catherine Marielle, de GEA.La campaña nacional “Sin maíz no hay país; sin frijol tampoco; pon a México en tu boca” demanda que el Congreso de la Unión vele por los altos intereses de la Nación y dé marcha atrás a la libre importación de alimentos básicos para el pueblo de México, negociados en el TLCAN.

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